jueves, 15 de octubre de 2009

Polonia, o por qué siempre vuelvo con más kilos de los que voy

Hace poco estuve una semanita en Polonia, descansando y de boda, la de la hermana de mi novia.

Hasta allí vamos en coche, son unos 1000 km por autopistas (la mayoría). He descubierto que a mi pobre "bólido" no le gusta pasar de 160, que los camiones adelantando son odiosos y que cruzar Berlín es casi casi fácil.

Una vez en Polonia, tras descansar del viaje, nos fuimos a pasar 3 días al entorno del "parque nacional de las montañas mesa" (wiki). Además de la naturaleza, con formaciones rocosas intrincadas y laberínticas (qué turístico ha quedao, no?), la zona tiene diversas fuentes de agua, de, dicen, efecto medicinal, sabor a hierro 8esto lo digo yo) y con gas. Y huelen a pedo (es un hecho). Por ello, es un lugar muy tranquilo, donde los mayores van a estrenar las caderas nuevas. También bailando. Y es que cuenta la leyenda, que cuando llega cierta edad, hay gente que es peor que adolescentes hormonados.

En fin, que disfrutamos de la naturaleza, nos quitamos stress de encima, disfrutamos de buena comida (sobre todo de un restaurante, "Gospoda Altheide" en Polanica: todavía se me hace la boca agua cuando me acuerdo de la crema de boletos y de la sopa de cebolla...) y visitamos algún lugar "peculiar", como Wambierzyce, con su "pequeño" Jerusalén, que sin duda inspirará a alguien a crear una peli de terror; o como la "capilla calavera", en Kudowa. Primero id aquí. Ya?
La historia cuenta que un cura, cuando la zona era checa, se dio cuenta de que muchos de los cadaveres enterrados pocos años antes durante un periodo de epidemias y guerra, estaban a muy poca profundidad y empezaban a ser visibles. Por ello, decidión construir una capilla y decorarla con calaveras, entre las cuales puso huesos, dejando el resto en la cripta. Esa es la historia oficial. Ahora bien, yo me imagino más algo como:

- Cura: "Estoy pensando en hacer una capillita, pero no sé como decorarla"
- Otro: "Has pensado en frescos?"
- Cura: "Sí, pero no me llenan. Además, son tan siglo XV..."
- Otro: "Pues no sé, porque otra cosa no hay. Como no quieras ir ahí al descampao y coger unos huesos!"
- Cura: "Ostia, ostia, qué idea! Imagínatelo: Una capillita hecha de huesos! No! De calaveras! Rompedor, único! Eres un visionario"
- Otro: "No si yo lo decía de coña, que me da yuyu. Que va a parecer eso algo pirata. Sólo le faltan las tibias!"
- Cura: "Genio! Que eres un genio! Para darle solidez, rellenamos los huecos entre cada calavera con huesos! De aquí al obispado!"
- Otro: "..."

En fin...

De vuelta a casa de mi novia, nos pusimos ya en modo boda. Mi suegro, que se cree que le entiendo, habla conmigo en polaco y me dice que haga cosas. Yo, entender lo que es entender, un 5% de lo que dice; adivinar, lo que es adivinar, un 20%; el resto vivo en la más feliz de las ignorancias. Eso sí, me decía que en la boda íbamos a beber. Y eso acojona. Acojona porque es polaco de pura cepa, ex soldado, de vodka solo y botella mínimo por persona. Además está animalado, pesa unos 100 kilos, gasta una talla XXL y tiene unos brazos que dejan las columnas del partenón como algo endeble y esmirriado. En definitiva, lo que el podría beber y poner en un brazo acabaría conmigo en un coma.

De las bodas ya hablé otra vez, creo, pero está fue parecida, más pequeña, pero parecida. Mucha comida, mucha bebida, pero pude superar la noche sin acabar destrozado. Seguí a rajatabla lo de beber mucha agua y comer mucho. Además, dejé de lado el vodka puro después de 5 chupitos y me pusé a beber otro tipo de vodka, más suave (unos 20%) y con sabor. Dicen que es bebida de mujeres. Puede, pero, y lo rico qué está?

La boda ha tenido 2 efectos: primero, que ahora mi suegro pregunta más cuando nosotros. Antes, con la mayor todavía soltera, nos dejaba en paz. Ahora ya no...
Segundo, que mi cuñada se ha ido de luna de miel a Canarias. Nada más llegar, llamó. A las 4 de la mañana. No, nadie se estaba muriendo y nada grave había pasado. Simplemente quería que yo hablará en castellano con el de recepción para cambiar la habitación por una con vistas al océano. Sí, lo sé. No, yo tampoco lo entiendo. Mi idea era devolvérsela al día siguiente llamando yo a las tantas, pero mi novia no me dejó... Sí, es injusto, lo sé. Actos como este no pueden quedar impunes!